Finaliza el año, toca hacer balance de lo que hemos dejado atrás y mirar hacia el futuro. Centrándome, en primer lugar, en Iniciativa Porteña ha sido un año muy productivo en el que por fin hemos salido de la maldita pandemia y hemos vuelto a la normalidad para recuperar el contacto con la ciudadanía. Quizá el acto más vistoso ha sido el primer concurso de pintura sobre el Patrimonio Industrial, con grandes artistas que hicieron lucir sus obras durante todo el mes de octubre en la Casa de la Cultura. Fue un orgullo para toda la junta directiva reunirnos nuevamente con los socios, participantes y ciudadanía en general, espero que disfrutaran de la exposición. Como también fue otro orgullo colaborar con la Asociación Porteña Hoguera de San Antón para disfrutar de la ya tradicional y multitudinaria olla por el 9 de Octubre.
Desde luego también hemos tratado otras cuestiones que afectan más de lleno a la población. Hago referencia al primer ciclo de audiencias públicas en las que debatimos, por ejemplo, de la reconstrucción del Pantalán o del proyecto de Iniciativa Porteña para el Delta del Palancia. Finalmente, cerramos el año con una audiencia pública innovadora donde cedíamos la palabra al público para que tuvieran la oportunidad de expresar sus ideas, quejas o sugerencias. Verdaderamente fue muy instructivo conocer los problemas que surgían o las dudas sobre el modelo de ciudad que tiene Iniciativa Porteña, como no puede ser de otra manera os esperamos el próximo año con nuevos temas a debatir.
Lo cierto es que los problemas más cotidianos como la limpieza viaria, el asfaltado de calles o la accesibilidad son problemas de primer orden que no se están solucionando. Parece ser que hay más preocupación por salir con una buena pose en la foto o por recibir a políticos de índole nacional para dar un breve paseo, sacar tres fotos y después, si te he visto no me acuerdo.
Por ello desde Iniciativa Porteña creemos en el trabajo cercano y a pesar de intentar derribarnos por ser el único partido local que se presenta a las elecciones municipales, nosotros seguimos haciendo nuestro trabajo, con nuestras propuestas sinceras y sin tratar de vender humo, pues las mentiras tienen las patas muy cortas.
El año 2023 será un año que supondrá un antes y un después ya que, si nada se tuerce, será el comienzo de la instalación de la gigafactoría, aunque para nosotros también supone el año de la ilusión porque no solo estamos ilusionados por ver como aterriza la mayor inversión industrial en la historia de España. También tenemos ilusión por ver limpias nuestras calles, por pasear sobre el Pantalán reconstruido, por ver la rehabilitación de la Gerencia o por presumir de un patrimonio industrial en condiciones y dotado de contenido.
Vivir con ilusión lleva de la mano el sentimiento, el sentimiento de querer hacer las cosas bien y no luchar por salir en la foto, sino de ganar y convencer sin falsas esperanzas ni expectativas vacías. Solo podemos prometer una cosa: trabajo. Pues será muy necesario para hacer frente a los grandes retos que se avecinan en un año 2023 ilusionante y determinante para el futuro próximo. No olviden que el sentimiento porteño es capaz de ganar, y lo logrará.
Solo me queda desearles unas felices fiestas y un 2023 cargado de ilusión.
