Desde Iniciativa Porteña nos hacen llegar el malestar que ha causado las últimas actuaciones en la nave de repuestos, que en un futuro ubicará el museo industrial.
Efectivamente son numerosos los ciudadanos que nos han hecho llegar su extrañeza y malestar por las obras que se están realizando en el futuro museo industrial, en concreto en su fachada norte, con la construcción de un “pegote”, en palabras de muchos de las personas que se han puesto en contacto con nosotros. Desde luego llama la atención esa construcción brillante y metálica de acero galvanizado que alcanza toda la altura del edificio, en contraste con el cerramiento de la nave de repuestos que es de ladrillo caravista, con elementos de mampostería y revoco tradicional, que es como en un principio se construyó este emblemático edificio a mediados del siglo pasado.
El edil porteño Juan Guillén detalla que el elemento que ha llamado tanto la atención por su poca integración estética en el edificio se trata de una escalera de evacuación, que no obstante según sus palabras podía haberse resuelto de otra manera mucho más respetuosa con la estética del edificio y más económica.
Partimos de la base de que un edificio de pública concurrencia, como será en su día el museo industrial, debe reunir una serie de condicionantes realmente exigentes, entre los que se encuentran las medidas de protección contra incendios. En tal sentido debe dotarse al edificio de elementos de evacuación de las plantas superiores a través de escaleras de evacuación.
Pero claro si observamos todo el proceso que ha llevado las obras del futuro museo industrial, la escalera de acero galvanizado objeto de la controversia, se ha hecho ahora deprisa y mal con los resultados que a la vista están. Hay que considerar que se han hecho distintas actuaciones a lo largo del tiempo sobre este edificio, pero parece ser, según informaciones de toda solvencia que las medidas de evacuación entre las que se encuentra la polémica escalera, se “olvidaron” en ese primer proyecto de adecuación del edificio, que podría haberlas integrado en su interior mediante una escalera protegida. Total que ese “olvido” inicial, achacable a una mala gestión del equipo de gobierno saguntino, nos ha costado más dinero y además se ha tenido que resolver con un cuestionable resultado estético.
El concejal segregacionista aprovecha la polémica suscitada para recordar que no obstante las obras que se están realizando, la apertura del futuro industrial aún se demorará años.
Desde Iniciativa Porteña debemos aclarar que las obras que se han estado realizando en el museo industrial durante estos años se han realizado sobre el contenedor de lo que será el museo industrial, pero falta lo más importante que es el proyecto museístico y la dotación presupuestaria para poner en marcha el museo, es decir abrirlo al público. El equipo de gobierno juega con las palabras al decir que las obras del museo están en marcha, o a punto de finalizar, pero ocultan que la apertura definitiva aún se demorará muchos años.