DESIGUALDADES – Pilar Berná (Concejala de IP)

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Hace unos días me encontraba buscando información por mis apuntes para escribir sobre las desigualdades que existen (y siempre han existido) entre Sagunto y El Puerto, cuando me encontré con un recorte de periódico que me dejó asombrada. El escrito estaba hecho por M. Espinós Cerdá, titulado “El voto antiporteño”. En él hablaba de nuestro pueblo y de las diferencias que existían entre los dos núcleos, unas diferencias que se pueden ver tanto en el tema de inversiones, como en servicios, en infraestructuras, medios de comunicación terrestres, impuestos y así un largo etcétera. ¡Cuanto conocimiento había en este artículo! ¡Que pronto se dio cuenta el autor de que la población de El Puerto no se encontraba unida frente a  los saguntinos!

   Es verdad que, en los comienzos de la creación de este pueblo y debido a la diversidad de las regiones de donde procedían sus gentes, no había una unión general entre ellos. Tanto el folklore como las costumbres, así como también las personalidades eran distintas, haciendo que las uniones que se generaran fueran limitadas básicamente a grupos regionales; una muestra de ello la encontramos en la Casa de Andalucía o en el Centro Aragonés… Otro criterio fue las agrupaciones por barrios y demás proximidades físicas.

   Sí que existía unión y ayudas entre los emigrantes de una misma zona, pero al no haber una figura social que organizara y liderara a todo aquel personal, cada uno campó por donde pudo y se buscó la vida de la mejor manera que encontró, sembrando de esta manera el individualismo que los caracterizó.

    Posteriormente, en las décadas de los sesenta y los ochenta, bajo la tutela de los Altos Hornos de Vizcaya, cuando los salarios y el nivel de vida aumentaron, se fue forjando lo que hoy en día se conoce como porteño, que se puede definir como persona nacida, o que vive, en El Puerto y que posee el arraigo de los ancestros creadores de nuestro pueblo y sus valores de valentía, compañerismo y buen trabajado entre otras. Aquí fue donde, a mi entender, se terminó de gestar el alma porteña.

   Hoy no valen excusas. Todos los porteños debemos luchar unidos para terminar con las injusticias a que nos tienen sometidos nuestros vecinos saguntinos. El voto porteño se debe canalizar para hacer una defensa de lo nuestro, El Puerto… ¡Parece mentira que siendo nosotros el doble de habitantes, Sagunto se considere el dueño y señor de todo!

   Una grandísima diferencia entre ambos núcleos es, por ejemplo, algunos servicios de atención al ciudadano, que se eliminaron de aquí y solo lo dejaron allí, en Sagunto, de manera que cuando el porteño necesita realizar alguna gestión tenga que desplazarse, disponga o no de medio de transporte. Y no digamos la limpieza de El Puerto, que hace ya bastantes años que no se ha visto tan sucio, abandonado y dejado de la mano del gobierno… Pero la mano para invertir en Sagunto está disponible en cualquier momento.

   Si los porteños nos mostramos unidos y votamos al único partido que se preocupa por nosotros, conseguiremos hacer que El Puerto sea un pueblo independiente y en constante progreso.

 

Pilar Berna García

Concejala de Iniciativa Porteña

 

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