Hace quince días tuvo lugar la primera comisión informativa en la que se trató el presupuesto municipal. El equipo de gobierno encabezado por Darío Moreno presentó las cuentas a la prensa, incluso antes de entregar los documentos a los partidos que no formamos parte de ese gobierno. No obstante, he de decir que el documento estaba incompleto entonces, y sigue incompleto tras dos semanas desde que se trasladaron los primeros documentos a la oposición.

   Me parece muy grave que PSOE-EU y Compromís, que suman 14 de los 25 concejales del pleno y que, por lo tanto, cuentan con una mayoría absolutísima para haber aprobado eso presupuestos cuando toca, es decir que hubieran estado aprobados el pasado mes de octubre para iniciar el 2022 con las cuentas claras.

   El pasado año entró en funcionamiento una oficina de presupuestos con el objeto precisamente de tener preparado el presupuesto en tiempo y forma. Sin embargo, lo ocurrido este primer año de funcionamiento de esa oficina demuestra que el presupuesto es un documento político, pues al parecer, el principal problema estaba en el desacuerdo en el reparto del dinero entre las delegaciones de los tres partidos que gobiernan. Claro, al ser un documento político, queda en entredicho la utilidad de esa oficina de presupuestos, pues al final se imponen los números elaborados sin ningún tipo de rigor, de ahí que se programen unos ingresos que no se van a producir, y unos gastos inasumibles. Dicho de otra manera, es un presupuesto que no se va a cumplir, y quienes gobiernan lo saben.

   Por cierto, sorprende el servilismo de algunas de las entidades a las que Darío Moreno ha presentado el documento, trasladando a la ciudadanía un mensaje de presupuestos expansivos o sociales, aún sabiendo de la falsedad de los números que sostienen las cuentas. Hay señales en el presupuesto que ratifican lo que estoy escribiendo. Cuentan con un préstamo de 8,5 millones de euros, con la venta de solares por valor de 2,7 millones cuando no han cumplido ningún año con este apartado y también con transferencias de otras entidades que no van a ser capaces de gestionar. En otra época, esas mismas entidades que ahora aplauden el presupuesto hubieran criticado el retraso y la falta de credibilidad del documento.

   Dadas las fechas, difícilmente se podrá aprobar inicialmente el documento antes de acabar marzo, pero, aunque se aprobara, ya les anticipo que no será efectivo hasta mayo como muy pronto, con lo que se habrá consumido más de un tercio del año. Esta es la chapuza de gestión a la que nos están acostumbrando Darío Moreno y su ¿equipo? De gobierno. El tiempo dará o quitará razones, pero afortunadamente para los ciudadanos queda apenas un año para acabar la legislatura…

  Atentamente:

                                               Manuel González Sánchez

                                               Portavoz de IP, partido más votado en El Puerto