Aunque con un retraso de más de una década, el nuevo instituto en El Puerto verá abrir sus puertas dentro de unos meses, probablemente para 2023. Esta obra ha seguido la tónica general de todo lo público que se construye o rehabilita desde el ayuntamiento de Sagunto, es decir, la eternalización de cualquier proyecto que pretenda mejorar nuestra localidad y la vida de sus gentes.
Hasta la fecha se le ha nombrado como el Instituto nº 5, ya que es el quinto en levantarse en nuestra localidad. Primero fue la Escuela de Aprendices, renombrada Instituto Eduardo Merello cuando se trasladó a su ubicación actual frente al antiguo Sanatorio, y que al cerrar Altos Hornos en 1984 pasó a Conselleria como instituto de Formación Profesional, Secundaria y de Bachillerato; luego el Camp de Morvedre, que fue el único instituto de Bachiller de toda la comarca durante muchos años; posteriormente la Escuela de Aprendizaje Industrial (Laboral), hoy en día y tras varios cambios Instituto de Educación Secundaria Jorge Juan y por último el Instituto María Moliner, que se nos quedó pequeño nada más nacer.
Llegados a este punto creo que hay que aprovechar el momento del bautismo de la nueva institución y homenajear a una persona ligada a la enseñanza, reconocida por su maestría, profesionalidad, y por qué no, con una biografía ligada a Puerto Sagunto. Porque además de esta forma se singulariza y se hace fácilmente reconocible el centro de enseñanza. Porque resulta repetitivo, monótono y sin personalidad, utilizar a grandes personajes históricos que dan nombre a una infinidad de centros repartidos por toda la geografía.
Y nada mejor que para encontrar alguien así que preguntarle a nuestro historiador y amigo Buenaventura Navarro, quien desgrana nuestra historia en tres volúmenes, adentrándose como nadie en las personas, auténticas protagonistas de la misma, con un desglose maravilloso de biografías de las gentes más relevantes, de ahí el nombre de su obra: Historia de Puerto Sagunto. La Memoria Necesaria.
Con la información facilitada por Buenaventura y buceando en su obra aparece la figura de Manuel Vega Riset que en palabras de antiguos alumnos lo describe como: «Fue el alma mater de la Academia de Enseñanza Media (de Puerto Sagunto). Era un deleite escuchar su cálida voz, su dominio de la lengua y su poesía lírica, épica y dramática».
«Quedará en la memoria de los que tuvimos el privilegio de conocerle. De aspecto bondadoso, eterna sonrisa, de amables modales y aquella imagen de maestro que todos hubieran querido tener».
«Un profesor extraordinario, admirado y respetado, polifacético, con ironía en sus comentarios, hilarantes la mayoría, que obviaban el ambiente aulario y nos hacía reír por complicidad».
«Uno de los profesores que recordamos con más afecto por su carácter, personalidad y dotes pedagógicos».
Vega nació en 1903 en Santa Clara (Cuba), trasladándose en 1908 a España. Estudió Magisterio en Valencia, abriendo en Valencia la Academia Vega (dedicado a primera y segunda enseñanza), y obteniendo plaza como maestro nacional en propiedad tras oposición en una escuela del Puig en 1934. Durante la Guerra Civil se gradúa como Teniente y lo destinan a Intendencia en Castellón. En esta época conoció y se casó con su esposa Hortensia Ocerin, también conoce el drama por el fusilamiento de un hermano en Petrer. Acabada la contienda sufriría la represión de los vencedores, con prisión domiciliaria en Burjassot. Además sería «depurado» como maestro y castigado a: «separación definitiva de la Enseñanza», apartándolo de sus labores vocacionales en el Magisterio Nacional. No será hasta 1941 que es contratado como profesor en la Academia de Enseñanza Media en Puerto Sagunto (dependiente de Altos Hornos), en el edificio de la actual Tenencia de Alcaldía. Dará clases de Lengua y Literatura, Francés, Geografía e Historia, Filosofía y Pedagogía a los alumnos de bachillerato. En 1951 escribió unos «Apuntes históricos del Puerto Sagunto» y así mismo participó en la fundación del Centro Arqueológico Saguntino en 1957. En 1952 es rehabilitado como maestro nacional pero obligado a traslado forzoso durante 5 años. Entre 1959 y 1968 participó el Academia Zamora preparando alumnos de Bachiller. En su último periodo profesional y hasta su jubilación (1960-73) ejerció como maestro en el colegio de Canet d’en Berenguer, rindiendo la asociación de padres un reconocido homenaje.
Su actividad escrita fue vastísima, escribiendo prosa y poesía, obteniendo diversos premios, manuscritos filosóficos, ensayos históricos, pedagógicos, etc.
Como bien dijo Buenaventura en su biografía «Puerto Sagunto es deudor de ciudadanos de esa estirpe», y que mejor homenaje que el nuevo instituto sea nombrado como MANUEL VEGA.
Sergio Paz Compañ
Vicepresidente de Iniciativa Porteña
