Para mí las fallas siempre han sido unas fiestas entrañables. Nací en el grupo Goyoaga, en el portal “H” (el bloque del centro del Barrio, en la Calle Zaragoza). Siendo bien pequeño vi quemar varios monumentos en la plaza de los “Pepes”, pues en aquel entonces, recuerdo que las fallas se montaban allí, en la misma plaza. Desde mi casa, un segundo piso donde convivía con ocho hermanos más, se olía la pólvora de las mascletás, que por supuesto, las de la Victoria “siempre eran las mejores” … La falla se veía desde nuestra atalaya privilegiada como si formara parte de aquel espacio que contaba con varios juegos infantiles, como las “tortugas”, los “tubos”, la “escalera” o los “puentes”. En medio de la plaza, lo que quedaba de una fuente redonda en la que no recuerdo que hubiera agua; el monumento emergía en medio de todo, conformando el centro de atención durante unos cuantos días. Las verbenas y todo lo que había en torno a las fallas, lo tengo como un grato recuerdo de mi niñez…
En mis adolescencia y juventud, siempre consideré las fiestas falleras como las más importantes en El Puerto, porque francamente he disfrutado muchos días del excelente ambiente que ofrecían y ofrecen nuestras fallas; recuerdo muchas noches “locas” en la Merello, Marina, Palmetera, Palleter, Rodrigo, etc, aunque durante unos cuantos años, la fiesta siempre acababa en la falla Teodoro Llorente, eso sí, con algún que otro trago de la insuperable mistela del barril de la Chestana…
Estas fiestas, están muy arraigadas en nuestro pueblo donde cuentan con miles de falleros y falleras; aquí, en El Puerto se encuentran las comisiones más numerosas del Camp de Morvedre, lo que conlleva que las fallas más importantes se monten año tras año en nuestras calles. Gracias al trabajo incansable y al esfuerzo económico de quienes componen las diferentes comisiones, disfrutamos cada año de la cabalgata fallera, los castillos de fuegos artificiales, las mascletás, las verbenas y por supuesto la Nit de la Cremà, eventos que llenan de color y ambiente cada barrio, cada rincón. Francamente se echa de menos.
También hay algunas quejas ciudadanas por el ruido o los cortes de calles, pero eso forma parte de la normalidad en las fiestas; al final todos ponemos de nuestra parte para que las fiestas transcurran con la mejor de las concordias. Sin embargo, este será el segundo año sin fallas y sin quejas, que también las echo de menos…
Me vienen a la mente todas esas comisiones que se esforzaron para llegar a tope en las fiestas Josefinas del 2020, hasta que, con los monumentos ya en las calles, se tomó la decisión de suspender las fallas. Tras el golpe, el colectivo fallero entendiendo la difícil situación, decidió seguir trabajando, pensando en que todo volvería a la normalidad. El trabajo de todo un año quedó guardado con la esperanza de poder retomar las fiestas en 2021. Pero llegadas las fechas, nos encontramos en plena lucha contra la pandemia y las fallas tendrán que esperar, es lo que marca la situación.
Entiendo el difícil momento que atraviesan algunas comisiones que nuevamente ven frustrada su ilusión. Desde mi posición solo puedo mandarles mucha fuerza y ánimo con la esperanza de que todo cambie a mejor. Transmitirles que somos muchos los ciudadanos que, aun no estando inmersos en el colectivo fallero, amamos estas fiestas porque forman parte de nuestra vida y de nuestros recuerdos… Queremos que volváis y que lo hagáis con toda la fuerza; me consta que vais a seguir luchando por una tradición que amáis, que amamos… somos muchos los que valoramos vuestro trabajo. Gracias por vuestra labor.
Atentamente:
Manuel González Sanchez
Portavoz de IP, grupo político mas votado en El Puerto