El DERECHO A SABER LA VERDAD. El DERECHO A SER RECORDADOS – Juan Guillén (Concejal de IP)

 

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Creo que hay unanimidad en reconocer las enormes dificultades en abordar una tragedia como la que nos está tocando vivir estas semanas. Nadie sabe si otro gobierno lo hubiese hecho mejor, peor o igual. Y personalmente no tengo idea de si se hubiese podido hacer de otra forma.  No voy a entrar a valorar los errores o los aciertos cometidos hasta la fecha. Habrá tiempo de analizar todas las variables, lo  que se ha hecho bien y lo que se ha hecho mal, sobre todo para aprender de cara al futuro ante nuevas amenazas que seguro que vendrán.

  Pero, y aquí está mi único reproche, merecemos conocer la verdad, una verdad sin manipulaciones u ocultaciones. Un reproche del que es enteramente responsable este gobierno.

  Y digo esto porque el gobierno no puede seguir manipulando la información con ruedas de prensa sin prensa como hasta hace pocos días, no puede seguir presionando a  los medios de comunicación para que no emitan imágenes del duelo de miles de familias que han perdido a sus seres queridos.

  El gobierno no puede seguir diciendo  “Vamos bien, hemos tenido solo 550 muertos, 20 menos que ayer”, intentando despersonalizar cada uno de esos dramas humanos y convirtiendo en meras cifras el número de fallecimientos,  haciendo suya la frase de Stalin cuando dijo “Una muerte es un drama, miles de muertes son solo estadística”.

  Señores del gobierno, no estamos hablando de la “prima de riesgo”, y si ha bajado o subido no sé cuántos puntos en los mercados financieros, aunque mucho me temo que esa es la intención de nuestros gobernantes, que esas cifras de fallecidos sean solo datos impersonales.

  El gobierno no puede seguir ocultando cifras de fallecimientos por dolorosas que estas sean. Todos esas personas que ya no están entre nosotros se merecen un respeto y no ser simplemente unos datos manipulables y susceptibles de ser ocultados por intereses partidistas. No podemos dejar de recordarlos sin dejarnos a nadie, aunque sea en el recuerdo y en nuestras oraciones.

  En suma, el gobierno no  puede seguir jugando a aprendiz de brujo, con encuestas del CIS que preguntan sobre la legitimidad de restringir la información tan solo a los conductos oficiales, o con declaraciones del General de la Guardia Civil diciendo que una de las funciones de La Benemérita es minimizar la crítica a la gestión del gobierno.

  Si somos el país con más fallecimientos por millón de habitantes hay que decirlo, si hay un número de fallecimientos sin contabilizar porque se han producido en residencias, sin haber sido diagnosticados de covid-19, simplemente por la insuficiencia de tests, hay que decirlo.  Si se han producido errores, comprensibles por la magnitud de la tragedia y el desconocimiento de este virus, no pasa nada por reconocerlo. Nadie lo va a echar en cara, al menos por mi parte y seguro que por la mayoría de los ciudadanos de este país tampoco.

  Pero ese ocultamiento de la verdad, o mejor de despersonalizar a los  fallecidos y convertirlos en simple estadística, ocurre también a nivel local, siguiendo parece ser una consigna a nivel nacional. Después de muchas peticiones la Generalitat Valenciana se comprometió a facilitar el número de fallecimientos por núcleo de población y no solo a nivel autonómico y provincial. Pero sigue sin ofrecer a día de hoy esas cifras. Lo más que tenemos son las cifras que corresponden al área de Salud de este Hospital, que alcanza a 150.000 habitantes de toda la comarca. Seguimos sin conocer el alcance real de la pandemia en nuestro municipio. Y tenemos derecho a conocer, a saber cuántos de nuestros conciudadanos han sido afectados por el Covid-19, los planes que existen sobre tests a nivel local, etc etc,  es decir el alcance real de esta pandemia en nuestra población y las estrategias que se piensan realizar en un futuro.

  Se habla de los muchos errores o aciertos cometidos, pero de lo que no me cabe duda es que este gobierno ha cometido la mayor de las infamias. Ha intentado ocultar y manipular la verdad. Una verdad que afecta a miles de fallecidos.  Ese es y será su verdadero estigma.

  Solo ahora y después de que las evidencias están siendo abrumadoras, el gobierno se está planteando hacer un recuento más exacto de todas esas personas que han fallecido por Covid-19. Bienvenida sea esta intención si finalmente se lleva a cabo.

  Todos los que ya no están con nosotros lo merecen.

 

Juan Guillén Juliá

Concejal de Iniciativa Porteña

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