Lo que en su día fue el centro neurálgico de El Puerto, hoy día desplazado a otros lugares de la localidad, donde se encontraban y se encuentran el mercado municipal, la Tenencia de Alcaldía, el colegio de Begoña o la policía Nacional, va camino convertirse en una de las plazas más desgraciadas y feas de España. Y todo gracias al empeño que han tenido sucesivos gobiernos desde las faldas del castillo que, remodelación tras remodelación han agrandado el desastre.
Los que tenemos cierta edad recordamos que la antigua Tenencia de Alcaldía (de no muy bella factura por cierto) se situaba en el centro de la plaza y se encontraba casi rodeada por los jardines con sus bonitas rocallas, de dimensiones bastante mayores que los que hay ahora y que daba un aspecto bastante agradable.
Con el traslado de la Tenencia al antiguo edificio de Enseñanza Media la plaza ganó en espacio; pero duró poco la alegría, pues el gobierno de PP-Bloc decidió construir un aparcamiento subterráneo de más que dudosa necesidad, como creo que el paso del tiempo ha acabado por demostrar. Esta construcción dejó media plaza hecha una auténtico solar, haciendo verdadero honor a su nombre en los tórridos días de estío. Además las construcciones de acceso anexas (otro pegote más) afeaban la ya de por si maltrecha plaza. Se aprovechó el asunto para cerrar al tránsito la calle que corre pegada al colegio Begoña sin realizar aquí ningún tipo de actuación.
Durante el gobierno de Segregación Porteña y PP se la intentó embellecer en la medida de lo posible, pero una vez fuera del gobierno el proyecto que adjudicó el alcalde Castelló dio el resultado que hoy podemos ver: cuatro árboles plantados junto al colegio en la calle peatonal además deunos juegos infantiles, unas absurdas y costosas jaulas a modo de sombraje y unas jardineras de aristas cortantes que debieron ser retiradas para evitar accidentes.
Y llegamos al gobierno cuatripartito (Compromís, EU, PSOE y Podemos) de hoy y su última ocurrencia. Eliminar y hormigonar (¿será con cemento de Lafarge?) la parte más amplia del jardín que quedaba para reubicar la falla de la Plaza del Sol. La orden la ha cursado la delegada responsable de la SAG Roser Maestro a petición de la Delegación de Fiestas (Asun Moll). Me pregunto yo ¿no había otra alternativa?
Creo que sí. Sin salir de la plaza podía ubicarse la falla en la calle que da entrada a las pescaderías del mercado, justo donde se situó el grandiosos escenario que vimos la noche de la Cridà; o también en la confluencias de las calles Pablo Iglesias con Progreso, entre la Tenencia de Alcaldía y la esquina oeste del colegio de Begoña. Otras alternativas posibles pero quizás no viables, pasarían por cortar al tráfico la calle Virgen del Carmen en la esquina del colegio o la entrada al aparcamiento en la calle Colón acercando aquí la plantà, lo cual inhabilitaría los aparcamientos la semana fallera; porque colocarla encima del aparcamiento no parece recomendable por motivos de seguridad.
Hace años que la falla reclama una nueva ubicación ante lo angosto de su situación actual, pero la propuesta (hechos consumados ya) no ha surgido de esta entidad sino del ayuntamiento.
Esta acción no ha dejado indiferente a la ciudadanía porteña que ve con asombro como desaparece una zona verde en medio de su ciudad, en un claro intento otro más urdido por Kiko y sus inestimables colaboradores, de enfrentar a los porteños entre si, de enfrentar a los vecinos con el mundo fallero.
Lamentable.
Sergio Paz Compañ
Concejal de Iniciativa Porteña