El pan y circo al que recurrían los romanos para tener al pueblo entretenido, parece que ha sido la estrategia que ha escogido el equipo de gobierno, con el objeto de esconder su pésima gestión, y su falta de capacidad para llevar adelante, no ya las urgencias que requiere el día a día, sino, que en un ejercicio de insultante inoperancia, ni siquiera han sido capaces de sacar adelante sus propuestas.
Basta con mirar las inversiones que planteaban en el presupuesto del ejercicio 2018, que está a punto de concluir. Jardines de la gerencia, casino, en el Barrio de la Marina, plaza Bilbao, museo industrial, adecuación del Centro Cívico, insonorización de la biblioteca, etc.… en total anunciaban unas inversiones de casi millón y medio de euros en El Puerto… pero la triste realidad es que, en este año, no han comenzado ninguno de los proyectos que anunciaban en su presupuesto.
Pero si nos vamos al presupuesto del año 2017, en cuyas cuentas hablaban de la Calle Espronceda, el Paseo Azul que tiene que unir las playas de El Puerto y Canet, la Plaza de la Concordia que también incluyeron en 2018, y así un nuevo etcétera, nos encontramos con el mismo “0” a nivel de inversión.
Y esta es la pauta que han seguido esta legislatura, en la que se ha hablado de muchas promesas que como se puede comprobar, no se han cumplido. Y no estoy hablando de otras cuestiones como el museo industrial, el pantalán o el acceso a la zona portuaria, que son cuestiones en las que le pueden echar la culpa a otros, aunque tengo claro que la responsabilidad es de nuestro Ayuntamiento.
La legislatura está llegando a su final y el bagaje de este equipo de gobierno es muy pobre. Será conocido como el gobierno más caro de la historia, pero también como el más inútil a nivel de gestión. Han vivido una etapa de bonanza económica, y lo triste es que no lo han sabido aprovechar para mejorar la calidad de vida de los vecinos. Quedan cinco meses…
Manuel González Sánchez
Portavoz de Iniciativa Porteña.