Una Ordenanza de zonas verdes tiene por objeto regular la creación, conservación, uso y disfrute de los espacios ajardinados, los distintos elementos que le son propios y el arbolado urbano existente en el término municipal, para una mejor preservación como parte indispensable para el equilibrio ecológico del medio urbano y natural y una mejora de la calidad de vida de los ciudadanos.
Es de vital importancia el cumplir los requisitos previstos en la implantación de las zonas verdes, dado que si se ha realizado una buena y acertada implantación, el vegetal va a responder de forma satisfactoria y va a necesitar de pocos cuidados, con lo que los costos económicos de mantenimiento se van a ver muy reducidos. Los objetivos que debe perseguir son los siguientes:
A. Conseguir un desarrollo de los vegetales existentes e implantados en las zonas verdes, acorde con sus características, para alcanzar su mayor disfrute posible por los usuarios, con el menor costo económico en cuanto a su mantenimiento.
B. Conseguir un paisaje urbano del municipio, que manifieste el respeto al medio natural, al arbolado urbano y a las zonas verdes.
C. Conseguir, desde el respeto a la diversidad de usos del suelo, la regularización de las actividades que están relacionadas o afecten con las zonas verdes en su amplio sentido, para un mayor aprovechamiento de éstas.
Es decir, una ordenanza de estas características ha de considerar aquellos espacios ajardinados tales como las plazas y pequeños jardines públicos, las rotondas ajardinadas, los jardines en torno a monumentos o en isletas viarias, las alineaciones de árboles en aceras y paseos, las jardineras y los elementos de jardinería instalados en las vías públicas.
También ha de contemplar el correcto uso de los elementos vegetales de propiedad privada, para que su disfrute no suponga molestias o un trastorno al resto de la ciudadanía.
Durante nuestra etapa de gobierno se elaboró un completo borrador desde el departamento de Medio Ambiente para la puesta en marcha de esta Ordenanza, pero la prematura expulsión de SP del gobierno municipal impidió su puesta en marcha. Desde entonces han sido varias veces, las que desde SP hemos hablado con miembros del equipo de gobierno del PP para que pusieran en marcha esta iniciativa que quedó inconclusa; desgraciadamente nuestras peticiones siempre han caída en saco roto.
La puesta en marcha de esta Ordenanza hubiera impedido algunos de los desmanes que en esta materia se han producido por las malas prácticas urbanísticas o de mantenimiento inadecuadas, y que a corto, medio y largo plazo repercuten tan negativamente en el bolsillo del contribuyente.
Por lo tanto propondremos al Pleno del Ayuntamiento la adopción del siguiente acuerdo:
1. Que el Ayuntamiento lleve a la próxima comisión de Urbanismo el borrador de la Ordenanza para el estudio por el resto de fuerzas políticas.
2. Que el Ayuntamiento ponga en marcha la Ordenanza reguladora de zonas verdes y espacios ajardinados en el plazo máximo de tres meses.