No voy a seguir haciendo crítica a la remodelación  “sufrida” por  Nuestra Plaza del Sol. Diversos medios de comunicación ya han reflejado las numerosas quejas que esta actuación ha suscitado en los vecinos de El Puerto.
Más bien al contrario, la Plaza del Sol,  nos debería servir  de ejemplo para no volver a cometer los mismos errores en el futuro.

Cuando cualquiera de nosotros realizamos una reforma en nuestra casa, o encargamos el proyecto de la misma a algún arquitecto, siempre se hace el proyecto atendiendo a nuestras necesidades y líneas maestras que  “imponemos”. De hecho el arquitecto nos presenta un primer esbozo y sobre el realizamos cambios. El proceso se repite tantas veces como haga falta, sin que los honorarios se vean incrementados por esta  tarea.

Pues bien, cuando se actúa en nuestra segunda casa, como son los parques, plazas, aceras y calles de nuestro pueblo, la metodología debe ser la misma. Cualquier proyecto debería ser consultado con las asociaciones de vecinos, de comerciantes, de usuarios en definitiva de la zona, con el fin de que realizasen sugerencias y mejoras al proyecto presentado.

Si buceamos en hemerotecas y declaraciones de vecinos, lo único que se demandaba en la Plaza del sol, era que hubiese mas sombra. Eso se hubiese conseguido con una simple cubierta textil de parte de la plaza, al estilo de la plaza de la virgen en Valencia. El coste hubiese sido infinitamente menor y hubiese resuelto la demanda ciudadana.

Con el alejamiento sistemático ente la administración y la ciudadanía hemos conseguido una plaza carísima , peligrosa y que no resuelve ninguno de los problemas con que fue acometida… DESASTRE TOTAL.

Tenemos por delante proyectos, que sin duda se realizarán, como es la remodelación de la  ‘Plaza de los coches’, donde deberían ser consultados colectivos como comerciantes, vecinos y vendedores del mercado..y por supuesto tenidas en cuenta sus sugerencias ante la presentación de un proyecto básico inicial.

El modelo de gestión municipal que defendemos en IP es el de un acercamiento absoluto con los vecinos, resolviendo los problemas que de verdad tienen, alejados de proyectos pensados  para el lucimiento del político o el arquitecto de turno, y con un diálogo constante y fluido con nuestros vecinos.

Queriendo ser constructivos , realizamos este ofrecimiento al actual equipo de Gobierno, para que  normalice y estandarice esta forma de actuar, es decir, que se abra un diálogo con los colectivos afectados en  todo tipo de actuaciones que se realicen en la que también es nuestra casa, que es en definitiva la ciudad.

Con el sentido común y pragmatismo de la gente (estamos hartos de “lumbreras e iluminados”) seguro que evitamos “desastres” como el cometido en la Plaza del sol.