El gobierno saguntino adjudicaba ayer jueves la segunda fase de las obras de rehabilitación del estadio del Fornàs a la UTE formada por Iniciativas para la Construcción y Obra Civil SL, por 885.489 euros. Se trata de un 26% menos de lo presupuestado inicialmente, según lo pactado en la etapa de gobierno de Segregación Porteña con el Partido Popular. Una intervención que estaba dotada con un presupuesto de 1.200.000 euros provenientes de la venta de Patrimonio Municipal de Suelo (PMS). Por ello, los porteñistas exigirán que los 315.000 euros que se han recortado del Fornàs se inviertan en mejoras adicionales al proyecto de remodelación integral del estadio.

En este sentido, una representación de la candidatura segregacionista se reunía ayer con la directiva del Club Deportivo Acero, a quienes garantizaron la conclusión del estadio y la recuperación del pago de las cantidades que el club adeudó y que están sujetas a la aprobación de los presupuestos municipales. “La remodelación del estadio se inició con el compromiso de SP de que las obras se ejecutaran con rapidez y garantías. Pero ahora, desde SP observamos con estupor e indignación cómo otra vez un proyecto para El Puerto, uno de los más emblemáticos, ha sido rebajado hasta extremos esperpénticos”, indica el portavoz de la formación, Manuel González, quien recuerda que la primera fase de las obras, que ya concluida, contemplaba una inversión de 800.000 €, siendo la parte menos costosa a pesar de que contemplaba las gradas y tribuna que dan a la avenida Camp de Morvedre, los vestuarios y los aseos. En la segunda fase, indican desde SP que incluye la construcción de las gradas de portería y las del lado opuesto a la tribuna; así como pistas de pádel, un frontón, pistas de baloncesto-balonmano, y zona de aparcamiento para servicio de emergencias. “El plato fuerte de la inversión es el nuevo alumbrado del campo”, matizan los porteñistas.

“Este es el penúltimo atraco que somete el PP de Sagunto a los porteños, que vemos cómo inversiones pactadas y con consignación presupuestaria ven reducido su gasto o desaparecen del mapa”, critica González. Entre otras obras con las que ha sucedido una situación similar, el portavoz porteñista enumera la rehabilitación del barrio de la Marina (1.500.000 €) y el barrio de San José (250.000 €), la compra del casa museo del Barrio Obrero (200.000 €), el ascensor del Horno Alto (120.000 €), la rotonda que debe unir la avenida 9 d’Octubre, sindicalista Juan Torres Casado y Altos Hornos (300.000 €), la rehabilitación de la plaza 1 de mayo (500.000 €) o la “más que simplificada” inversión de 800.000 € de la Alameda, de la que dice “no nos salen las cuentas”. Y añade: “mientras tanto, otras obras que no disponían de la correspondiente partida presupuestaria salen adelante, casi todas en Sagunto. Y es que el PP en este final de legislatura no hace más que salvar los muebles del núcleo histórico, en detrimento del que más aporta a las arcas, El Puerto”.

Un ambicioso plan deportivo

Segregación Porteña centrará gran parte de su programa electoral en las necesidades deportivas de la población, siguiendo la línea que trazó durante el tiempo que estuvo en el gobierno local. En palabras de González: “desde SP hemos llevado adelante un ambicioso plan de inversión para acometer las infraestructuras deportivas que constituyen el armazón de lo que queremos para El Puerto. Se ha mejorado el polideportivo internúcleos, con la adaptación del pabellón para la liga Asobal, la colocación de césped artificial en los campos de fútbol, el vallado perimetral y un nuevo dentro de transformación. También se ha inaugurado la nueva piscina con numerosos cambios que mejoraban el proyecto inicial; se ha mejorado el José Veral con la nueva Aula de Salud y se ha iniciado la construcción de un nuevo pabellón en la zona del cementerio, con capacidad para tres mil espectadores. Por último, hemos mantenido El Fornás como zona deportiva, cuya primera fase ya está concluida”. Concluyen los porteñistas diciendo que en la próxima legislatura continuarán impulsando las mejoras de las infraestructuras deportivas porteñas, entre ellas, los alrededores del pabellón José Veral o la instalación de césped artificial en los campos de Biensa y Mare Nostrum, extremo este último recogido en un acuerdo plenario.