El proyecto de reurbanización de la Alameda del Consell de El Puerto preveía el reemplazo de algunas de las plataneras existentes, dada la enfermedad que sufren desde hace un par de años y que acabará con estos ejemplares, que han dejado de hacer su función más importante, dar sombra a esta zona de esparcimiento. Sin embargo, esta cuestión se ha obviado en el transcurso de las obras de remodelación, algo que puede apreciarse porque ya se ha compactado la tierra de alrededor de los árboles, tal y como denuncia el edil de Segregación Porteña (SP), Sergio Paz: “para nuestra sorpresa, una vez más el gobierno del PP ha modificado un proyecto que aprobó SP en el gobierno, a pesar de las advertencias de los técnicos, que pasan por sustituir los ejemplares enfermos antes de que sea demasiado tarde. Comparando otra actuación similar, la de la Glorieta de Sagunto, aparece la doble vara de medir, pues allí se sustituyó el 90% del arbolado. Y eso que se encontraba en perfectas condiciones sanitarias, a diferencia del caso porteño”.
Y es que la extracción de arbolado en el municipio levanta suspicacias entre la población, sobre todo en los casos en los que el ejemplar sea de gran tamaño. “Pero a veces es imposible mantenerlos si están gravemente enfermos como es el caso. Es triste, pero mejor solucionar el problema cuando se puede y cambiar los árboles enfermos por olmos y paulownias, que también adquieren grandes proporciones y dan mucha mayor cobertura de sombra, con flores muy llamativas en el segundo caso”, matiza Sergio Paz. Así es como se recogía en el proyecto de reurbanización de la Alameda del Consell, con cargo al Plan Confianza y que preveía la plantación de una doble alineación lateral de estas especies, que permitían además ver una mejor perspectiva de la plaza y de la Iglesia de Begoña.
Muchas de las plataneras de sombra -como se les conoce comúnmente- están gravemente enfermas, con problemas irreversibles como la llamada “caries del tronco”, que puede apreciarse en la delgadez de algunos ejemplares que tienen las ramas secas y las hojas amarillas. “En un futuro próximo habrá que reemplazar este arbolado, actuando nuevamente sobre una obra recién acabada que va a costar 800.000 euros, con el consiguiente nuevo gasto que conllevará a las arcas municipales en tiempos de crisis”, advierte el edil segregacionista. Y añade: “a esto sólo se le puede llamar de una manera: mala gestión. Parece que el gobierno de Alfredo Castelló tiene miedo a la opinión pública y no actúa con criterios técnicos que mejoran el paisaje urbano, aplicando únicamente criterios electoralistas a escasos meses de las elecciones que se traducirán en un gasto superfluo que está a tiempo de evitar”.