Intervención de Ramón García Ortín, sobre la extracción de 400.000 m³ de arena de la playa de El Puerto, en el pleno municipal del 28 de octubre de 2010:
Lo que nos trae a este pleno en este punto de los derribos, el trasfondo, son los 400.000 m³ de arena de la playa que se querían llevar, que se quieren llevar, y que significan más de 250.000 m² de superficie pública, de suelo público en un punto neurálgico de nuestro pueblo. ¿Ustedes saben lo que nos cuesta eso a todos? ¿Ustedes saben la cantidad de servicios públicos que caben en ese espacio? Todo el recinto del Sanatorio, en el que estamos, tiene una superficie aproximada de 25.000 m². Querían o quieren llevarse 10 recintos como el Sanatorio… ¿Para qué? ¡Para tirarlos al mar! Para depositarlos en algún lugar en el que puedan sacar rápidamente algunas fotos con las que embaucar a alguien en alguna operación inmobiliaria antes de que el próximo temporal se los engulla. Y como nos resistimos a semejante atropello, a semejante despropósito, a tan brutal expolio, ni cortos ni perezosos se dedican a destrozar todo lo que pueden, lo que dicen que la ley les permite, a hacer daño porque sí. Porque Costas y el Delegado del Gobierno no plantean ninguna otra alternativa.
Nunca hemos visto semejante alarde de prepotencia y de abuso de autoridad de una administración contra nuestro pueblo. Jamás hemos visto mayor humillación hacia El Puerto que la que intenta ese personaje llamado Ricardo Peralta.
Pero lo que más indigna es la actitud de algunas entidades cívicas, que ante el desprecio hacia nuestro pueblo que significa el querer llevarse sin más un pedazo de él, ante el gansteril y antisocial chantaje asociado que conlleva la postura de Costas y el Sr. Peralta, estas entidades parece que les aplauden aportando argumentos ramplones, sin ninguna consistencia, para justificar lo que es injustificable.
Esperamos que cambien de actitud y hagamos todos causa común para tener un frente de mar público y en condiciones al que los porteños también tenemos derecho, aunque seamos un pueblo de trabajadores.
Si consiguieran salirse con la suya (espero que no lo logren), sería una vez más por la fuerza bruta, no por la razón.
Y para terminar, si lo creen conveniente, añadiría a la moción un punto en el que se solicite al ministerio competente la destitución, por las razones expuestas, del actual Delegado del Gobierno; y digo destitución, porque pedir la dimisión a semejante cínico sería inútil.
Ramón García Ortín
Miembro y asesor de IP