El señor Ignacio Belzunces publicó el pasado 8 de octubre en el editorial de Económico un artículo titulado «Silencios escandalosos». Hacía referencia a la solicitud de instalación de una planta incineradora de basura para su valorización energética. Al director de ese medio no le parecía compatible que desde el equipo de gobierno se anunciara que se iban a poner todas las trabas legales a nuestro alcance, cuando unos días antes yo mismo declaraba que esta planta iba a obtener sin problemas la compatibilidad urbanística.
Afirmo que ese editorial es fruto de la ignorancia de la que asiduamente hace gala el señor Belzunces, que cuando no tiene de dónde agarrarse recurre a aquello de «fuentes bien documentadas», convirtiendo la mentira en dogma de fe, algo que evidencia su falta de documentación, no sólo en materia urbanística. Y digo esto porque cuando afirmé que esa empresa podía obtener la compatibilidad urbanística lo hice a sabiendas de que el polígono Parc Sagunt admite empresas de hasta grado 5, algo que, desde luego, en el caso de que complementen toda la información necesaria, no deja obstáculo «legal» a esa compatibilidad.
Debido a su ignorancia, probablemente, el señor Belzunces pretende que el funcionario de turno, con las debidas directrices políticas, por supuesto, simplemente deniegue esa compatibilidad. Bien, en este punto comentar lo que dice el artículo 404 del Código Penal respecto al delito de prevaricación: «A la autoridad o funcionario público que, a sabiendas de su injusticia, dictare una resolución arbitraria en un asunto administrativo se le castigará con la pena de inhabilitación especial para empleo o cargo público por tiempo de siete a diez años». Dicho de otra forma, en el caso de que la documentación aportada por la empresa fuera correcta, si el funcionario en cuestión tomara una decisión no ajustada a los parámetros de legalidad que tiene Parc Sagunt, estaría incurriendo en un delito de prevaricación. Por lo tanto, éste no será con toda probabilidad el mayor escollo; no obstante, en su primer intento Soluciones Energéticas ha recibido el NO a la solicitud de compatibilidad, precisamente porque la documentación aportada era insuficiente.
El director de Económico hizo en su artículo valoraciones que no voy a entrar a discutir, puesto que son opiniones personales sin criterio ni objetividad. No obstante, sí que quiero manifestar mi repulsión ante el hábito de este hombre (que decía ser amigo) de lanzar la piedra y esconder la mano, tal y como refleja el final de ese editorial: «(…) sin embargo hay otros silencios escandalosamente vergonzosos. Ya saben, NADA SE HACE GRATIS». Creo que en ocasiones el señor Belzunces se pasa de la raya, demostrando su sectarismo y su odio hacia aquellos que no le siguen el juego. Cuando afirma que nada se hace gratis, lanza un dardo envenenado sin ningún tipo de fundamento. De hecho, desde estas líneas reto al director de Económico a que demuestre la veracidad de lo que ha insinuado en su editorial. De lo contrario, quedará demostrada la nula credibilidad que merecen este señor y su periódico, opinión que afortunadamente comparten cada día más ciudadanos.
Una última cuestión. En la misma línea del editorial apareció un artículo de Marcelino Gil en el que se afirmaba lo siguiente: «Resulta poco creíble que un proyecto de esta envergadura se presente en un ayuntamiento sin haber hecho ninguna consulta previa con los políticos de turno, en este caso PP y SP, pues es más que sospechoso que tenga su entrada en el Ayuntamiento el día 11 de agosto, cuando todos los políticos están de vacaciones, quiero decir que estaba consensuada su presentación sin conocimiento de la oposición». Ver para creer. Marcelino Gil, que fue el gran valedor para que se instalaran y se mantuvieran en nuestros polígonos ciertas industrias consideradas peligrosas y poco saludables, ahora resulta que va de palmero del señor Belzunces. Cuando dice que estaba consensuada esa presentación, lo hace, al igual que su actual «aliado», desde la ignorancia y el desconocimiento. Es probable que el señor Marcelino Gil en su etapa como político funcionara de esa forma, pero puedo garantizar que en esta ocasión las cosas no han sido como él las cuenta y, por lo tanto, salvo que demuestre lo contrario, sus suposiciones no dejan de ser más que una opinión sin fundamento. Me gustaría advertir al señor Gil que ése que ahora le permite escribir columnas en su diario hace tres años era uno de sus mayores enemigos, así que le ruego que tenga mucho cuidadito con él porque, por experiencia, le diré que suele apuñalar a traición.
Atentamente,
Manuel González Sánchez
Concejal de Industria y Actividades
6 comentarios
El Sr. Belzunces y sus colaboradores se proclaman salvadores del medio ambiente y más ecologistas que nadie y está muy bien, pero lo hacen cargando tintas con fundamentos de medio pelo y falsedades hacia el equipo de Gobierno y mas veladamente contra SP que prácticamente y en su opinión vende la salud y bienestar de la ciudadanía a cambio de cuatro euros. Bien claro lo dice Manuel González en su réplica, al recordar que en este santo pueblo, una serie de partidos entre los que se encuentra aquel tan querido ahora por su periódico, aprobaron admitir en el polígono químico empresas consideradas hasta un grado 4. Bien que eran aquellos, tiempos de crisis y reconversión y apretaba crear empleo pero de aquellas lluvias estos charcos y ahora cualquier empresa que demuestre cumplir requisitos y normativa puede instalarse a instancias de las autoridades competentes reguladoras. Este recordatorio evidente e innecesario lo sabe perfectamente el Sr. Belzunces y sus colaboradores que juegan con el desconocimiento y buena voluntad de algunos de sus lectores para intentar marearles con gobiernos supuestamente corruptos (“nada se hace gratis”) y supuestamente insensibles a la contaminación (“silencios vergonzosos”). Por otra parte, que el Sr. Marcelino ataque a quien en su día fue su grupo político nos da la medida de los valores del exconcejal.
La ignorancia es la madre de casi todos los problemas. La ignorancia o tal vez la mala-intención es lo que mueve a la prensa amarilla como El Económico a juntar letras y a bombardear sistemáticamente a SP, que eso parece que vende.
En fin ellos solos se descalifica.
Lo malo de todo esto es que el señor Belzunces es como un nño mimado que en lugar de aceptar que ha metido la pata, lo que intentará es decir la última palabra.
Así que Manolo preparate que seguro que seguirá cargando las tintas contra tí, consciente el de que eres el enemigo a batir en SP.
La última de Belzunces en línea. Cae una pancarta en Baladre quizá por el aire o por estar mal sujeta y subtitula en su página digital la siguiente afirmación: «Desde la entidad vecinal consideran una casualidad que hayan atentado contra la pancarta…» Belzunces, que todo lo guarda en mp3, puede aclarar que la atrevida expresión «hayan atentado» (estas palabras no aparecen en negrita como textuales) han salido de la entidad vecinal, o son de su propia cosecha. Y es que su afición a las palabras o frases subliminales, sus afirmaciones al límite de la legalidad jurídica así como los titulares rebuscados y dirigido todo ello a desprestigiar a sus opositores hace ya desconfiar de sus verdaderas intenciones al redactar.
Este macabro y manipulador personaje va a acabar mas solo que la una, me consta que se pueden contar con los dedos de una mano los «amigos que tiene» o que le puedan considerar como amigo, en un camino tan largo como este al final nos conocemos todos, puedes engañar una vez, dos,tres pero al final se te ve el plumero, la gente no es tan tonta y pone a cada uno en su sitio, el de este sin ninguna duda sera el de acabará como un animal solitario
¡QUE TRISTEZA Y QUE FINAL!
La crítica o análisis político que jamás veremos redactar a Belzunces es la grave situación de escisión interna que soporta actualmente el partido Psoe local, con las partes luchando por alcanzar el máximo poder, dirección y liderazgo del partido. Con el equipo municipal enrocado en sus concejalías, con Carbó aislado y en alianza contra natura con Crispín que sin duda espera su nueva oportunidad, con Garcia al margen del grupo de concejales, Nuria soñando con la alcaldía, Campayo ausente, con los hermanos Chover intentando desautorizar a Calero y ganar posiciones …
Nada de esta situación es comentada por el gran diseccionador de estrategias y analista político Belzunces que es sabedor de esta realidad en lo que supone un despliegue de lealtad y sumisión a las siglas que ahora defiende, extendiendo sobre esta complicada relación un tupido manto de silencio y disimulo. ¿Se imaginan esta misma situación de desencuentro en el seno del movimiento segregacionista? ¿Cuánto tardaría Belzunces y su afilada pluma en despellejarlo tachando a las personas que lo conforman de incoherentes, ambiciosas o simplemente de inútiles o rémoras? Y es que nunca junto a este reportero la objetividad y la subjetividad tuvieron la relación tan sutilmente estrecha y confundida.